No puede evitar sentirse así.... Pero ella debe reconocer
que le molesta mucho la gente sin opinión crítica que cree que es genial por ser diferente a las personas, creyéndose superiores por lo demás.
El gato Violeta coincide con ella. Le gustaría atacarlas con sus garras para que aprendan a conocer lo que es la tolerancia de verdad.
Aunque bien sabe Isobel, que aunque quisiera, ella no es tolerante en cierto punto, por ejemplo no tolera a éste tipo de personas que creen que lo saben todo, pero al sacarse el plástico protector de la subrrealidad y la realidad misma, todo lo encuentra horriblemente agresivo y con falta de respeto.
Isobel manda el respeto donde perdió el poncho el diablo...
Aunque siempre trata de mantener la compostura, claro, siempre no puede, cuando la sacan de sus casillas, ella no responde.
Y eso no pasa frecuentemente porque ella es una pacifista "buena onda", que poco sabe de la convivencia en sociedad pero bien sabe el oficio de observar. Pero hay momentos...
lunes, 14 de abril de 2008
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