e Isobel escribía cosas de las que se avergonzaría horas después, horas que se vertían en el agüita de la eternidad, el agüita que se iba lenta-mente por el water.
Violeta pasmado sonreía, pensaban los demás que todo era un cuento maravilloso o uno fantástico donde siempre pasaban cosas extrañas. No, era como una marraqueta a la hora de la once. Las manitas de Isobel en la eternidad, la eternidad en sus manitas; sintonizaban una emisora donde pusieran canciones tristes para ponerlas de fondo en un accidente terrible donde estuvieran involucrados adolescentes ebrios y llenos de vida, tan llenos que ésta misma los mató. Luego su papitos los enfocaría una vouyerista periodista; ellos alegarían que eran tan buenos, tan buenos que no deberían haber muerto, entonces Isobel pensaba que tampoco la Madre Teresa o Juan Pablo II.
Las manitas de adolescentes frías en una bolsa de plástico, las manitas de Isobel en la eternidad. La eternidad en las manitas. Violeta le tiene miedo.
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6 comentarios:
ara qué rico que sigas escribiendo acá, tus historias de isobel son mis favoritas. y en realidad, qué rico que escribas (y te dejes llevar, y escribas poemas, cuentos &stuff y no como yo que sólo vomito lo que escribo).
otro día lo leo mejor porque estoy hecha bosta :)
respecto de tu post, sucede algo en particular? (hoy me juro confidente parece)
saludos, que estés muy muy muy bien!
Que agrado que hayas pasado por mi Blog,extrañaba leer cosas tan lindas como las que escribes,y aún recuerdo la primera vez que leí el texto que escribiste anteriormente :)
Besos!
Hoy me supiste a ayer.
.
Hay que terminar el plan
Hola Celofana
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las manos en las bolsas de plàstico
isobel no se trauma, ella es chora
ono?
Ayer a ausenicia.
Recuerdo que está bien así.
Te quiero.
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